Por Mildred Ramo y Patricia Ortega
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Pese a las críticas que se han suscitado sobre diversos aspectos en la administración económica del Distrito Federal, la entidad entregará al siguiente gobierno una situación sana en el manejo de deuda y eficiente en recaudación fiscal y programas sociales, afirma Arturo Herrera, secretario de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal.
La cereza del pastel, dice, será la colocación bursátil de entre 600 y 800 millones de pesos, efectiva a más tardar en agosto próximo.
Herrera ha sido uno de los hombres más cercanos a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) desde el periodo de transición de este último a la jefatura de gobierno. Ingresó al proyecto en 2000 y ha permanecido ahí hasta la fecha. Economista de "hueso colorado", tanto por su formación —de licenciatura a doctorado siempre en esa disciplina— como por el color de su inclinación política: la izquierda.
Pero de un ala de izquierda pragmática más que política. Este hidalguense es candidato al doctorado de Economía por la Universidad de Nueva York. Las bases de su trayectoria profesional están en la Secretaría de Hacienda y llegó a López Obrador no por militancia, sino por recomendación de uno de sus profesores en la maestría de El Colegio de México: Carlos Urzúa.
—Desde su experiencia como colaborador de AMLO y como funcionario público del actual gobierno defeño, ¿considera que, de ganar la Presidencia, el trabajo del candidato sería similar a su desempeño al frente de la capital mexicana?
—No me queda duda que gran parte de la inspiración de López Obrador parte de esta experiencia. Es natural: la Ciudad de México tiene ocho millones de habitantes y la zona metropolitana tiene casi 18 millones. Casi la quinta parte de la población del país vive alrededor de la Ciudad de México. Esta metrópoli produce 21 por ciento del Producto Interno Bruto. Entonces no es sorpresivo. Creo que López Obrador ha sido muy explícito. Gran parte de sus propuestas se desprenden de lo que aplicó aquí.
Al igual que hizo AMLO en el DF, señala el entrevistado, su propuesta es que el país crezca basándose en tres elementos básicos: gasto en educación, en salud y abatimiento de la desigualdad.
"¿Cómo vamos a asegurarnos de que el país crecerá en los próximos 20 años? Gasto en educación y salud. Para que los niños de ahora vayan bien alimentados a la escuela y reciban buena educación. Son quienes estarán trabajando dentro de 20 años.
"¿Cómo aumento el crecimiento del año que entra? Está planteando estimular el sector de la construcción, de manera similar a lo que se hizo en el Distrito Federal y con una motivación que proviene de distintos canales. Uno es que la construcción misma es muy intensiva en mano de obra, lo que amortigua los problemas de desempleo. Pero la infraestructura también permite el crecimiento después. Por ejemplo, la pobreza en los puertos mexicanos. Por el lado del Atlántico, el puerto que se utiliza en mayor medida no es Veracruz, sino Houston. En la medida en que se invierta en eso se logra un efecto a corto plazo, porque estimula la construcción, pero después permite el comercio".
Aunque habla en plural y ha trabajado con Rogelio Ramírez de la O —de los pocos nombres que AMLO ha reconocido públicamente como parte de su proyecto—, Herrera no se asume dentro del posible gabinete económico del candidato. Pero sí asume las posturas de AMLO.
—¿Cómo justifica un proyecto de izquierda en tiempos neoliberales y frente a una clase económica de corte conservador?
—La discusión se entiende en el marco de la contienda electoral, porque si fuera con la cabeza fría no tendría razón de ser, porque no tendrían más que ver lo que se hizo en el Distrito Federal para saber si se podría extrapolar la experiencia de gobierno.
"Por ejemplo, creo que nadie que mida lo que pasó en los últimos cinco años en el DF pueda citar un solo caso de expropiación. Ni siquiera El Encino fue algo que se hizo en esta administración, porque fue un asunto que ya provenía de otros gobiernos. Otro ejemplo: por cada peso que canalizamos al Centro Histórico, el sector privado invirtió 20. No debería haber una preocupación en ese sentido.
Las preocupaciones más importantes tienen que ver con la estabilidad macroeconómica, en especial con la inflación y el tipo de cambio. AMLO ha venido sosteniendo que un tema que no va a tocar es la autonomía del Banco de México. Es uno de sus 50 compromisos. A mí me parece interesante que los analistas en general se les ha escapado la importancia de ese compromiso.
Herrera añade que un proyecto de izquierda no tiene por qué estar peleado con el desarrollo de los mercados y del sector privado: ‘Lo que tiene que caracterizar a un proyecto de izquierda, porque tiene que haber una diferencia, es fundamentalmente la lucha para disminuir o atenuar la desigualdad y eso sí está clarísimo".
Al revisar las cifras del Banco Mundial, prosigue Herrera, entre los países con mayor desiguladad están los latinoamericanos.
"No he escuchado ningún candidato, desde que tengo memoria, que no diga que va a disminuir la pobreza, la desigualdad, que diga que no invertirá en educación y en salud. Todos dicen lo mismo. La diferencia es quiénes lo hacen y estos temas son mucho más cercanos a la izquierda. En esta administración citadina se construyeron 15 preparatorias, una universidad, clínicas. Y eso es ir del discurso a los hechos", precisa.
—No obstante, se dice que AMLO no ha trabajado en una transición, especialmente con el sector financiero.
—Una cosa que puedo decir, basándome en mi experiencia de trabajar con López Obrador, es que él piensa mucho los temas. No es de extrañar que tenga 50 compromisos, que considere cuestiones específicas: no habla de infraestructura, sino de tres refinerías y así en general.
Él ya pasó por un periodo de transición que fue de los mismos meses que el de toma de posesión de un jefe de gobierno, algo similar en un nivel más pequeño.
"Ya dijo que un día después de las elecciones buscará al presidente. Me lo puedo imaginar perfectamente haciéndolo y en los días siguientes al gobernador del Banco de México, en una serie de entrevistas que tienen razón de ser una vez que alguien ha sido presidente electo. Estoy convencido de que sacará el máximo provecho al periodo de transición y que dará a conocer las cosas al gabinete conforme lo considere adecuado. Andrés le sacará mucho jugo al periodo de transición".
Lo afirma con la seguridad de quien sabe de estrategias. A final de cuentas, Arturo Herrera, de 40 años de edad, también es campeón de ajedrez.
Deuda chilanga
De acuerdo con informes del Gobierno del Distrito Federal, en diciembre de 2000 —cuando asumió la jefatura Andrés Manuel López Obrador— la deuda era de 28 mil millones de pesos, cantidad que hoy equivale a 35 mil 700 millones de pesos. En la actualidad la deuda se reporta por 43 mil millones de pesos, una vez ajustada por la inflación.
Ello da un crecimiento promedio anual de deuda de 3.3 por ciento y un crecimiento acumulado de 21 por ciento. Es importante anotar que el ritmo de crecimiento económico de la Ciudad de México es de entre cuatro y cinco por ciento en términos reales.
"Lo que podemos ver en materia de deuda, por ejemplo, es que en los últimos años ha venido disminuyendo el techo de endeudamiento y esta tendencia se sostendrá durante la próxima administración", dijo el economista.
Ante la exposición de números negros es inevitable preguntar entonces por qué se ha manejado entre la opinión pública la idea de una deuda desorbitada.
"En parte no supimos explicarlo, no pudimos traducirlo en términos fáciles de comprender. Para las calificadoras y los bancos quedaba muy claro.
"Por otro lado, ha habido una contaminación de cuestiones políticas. El debate se abrió muy temprano cuando se perfilaron quienes serían los candidatos para la Presidencia. Ahora bien, el techo de endeudamiento para el Distrito Federal debe ser aprobado por el Congreso de la Unión. En ese tiempo, tanto Manuel Espino como Felipe Calderón eran diputados y votaron por este factor, así que no pueden decir ahora que no lo conocían. Insisto en que ha habido una contaminación política y que el tema de la deuda del DF dejará de comentarse a partir del 3 de julio", detalla Herrera.
Gasto corriente
Uno de los programas por el que más se reconoce al gobierno capitalino es el de apoyo económico 400 mil personas mayores de 70 años. El costo del programa es de tres mil 400 millones de pesos. ¿De dónde han surgido los recursos para apoyar las iniciativas sociales?
"La reducción del gasto de la Secretaría de Finanzas ha sido de 33 por ciento. Hemos moderado los tiempo-aire de los celulares, comidas de funcionarios, líneas telefónicas, secretarios particulares, así como los salarios de los altos funcionarios, además de pagar de manera más justa a puestos intermedios que, por ejemplo, tenían un sobresueldo permanente por concepto de horas extras. Ahora sólo lo pagamos si es justo".
¿Y cómo aprende a trabajar un equipo en un régimen de austeridad, pero con gusto y dedicación?
"No toda la gente puede. Ser funcionario público requiere de vocación. Me parece que en México, en general, los funcionarios públicos están sobrepagados si se les compara con los estándares internacionales. En EU, los salarios de los funcionarios públicos se fijan antes de impuestos, en México lo manejamos al contrario. Hoy encuentras que un subsecretario gana alrededor de 140 mil pesos al mes y eso después de impuestos. Le subes los impuestos y esto te debe dar como 190 mil pesos al mes. Lo multiplicas por 12, le sumas el aguinaldo y te está dando como dos millones 500 mil pesos al año. Lo multiplicas por tipo de cambio y te sale como 220 mil dólares anuales. Eso quiere decir que un subsecretario en México gana 60 por ciento más que el secretario del Tesoro en Estados Unidos, con un salario de 180 mil dólares al año... y eso que él maneja 25 ciento de la economía mundial".
Otras obras
La próxima administración citadina deberá considerar importantes obras de infraestructura.
"En primera instancia, quedará pendiente la segunda fase del distribuidor de Zaragoza. Por otra parte, deberán hacerse obras conjuntas de infraestructura hidráulica con el gobierno del Estado de México.
"También deberán desarrollarse más Metrobuses, por ejemplo, uno en el Eje 8 (Ermita-Iztapalapa), aunque hay muchas rutas que se están analizando. El Metrobús ha mostrado ser de una gran utilidad y lo más difícil de estas obras no es ni la construcción ni la operación, sino negociar con los microbuseros que, en su derecho, defienden sus fuentes de trabajo. Es muy importante la planeación del transporte a largo plazo. Ese es el reto".
