Adelanto del fraude electoral por venir…
Por: José Luis Sierra V.
La utilización descarada, cínica, de recursos y programas públicos con fines electorales que se vivió en Yucatán, en mayo del 2004, será pálido antecedente de la cargada electoral que tendremos ocasión de testificar –y de denunciar, por supuesto- el próximo domingo, en el marco de las elecciones federales. ¿Quieres acompañarme, lector, lectora, para que pasemos revista al fraude que está por venir?
Los entretelones del fraude que viene…
Las elecciones locales de Yucatán, en el 2004, fueron tomadas por el foxipanismo como ensayo, como un adelanto de la estrategia que habrían de construir y que están prestos a aplicar, en todo el país, el próximo domingo 2 de julio.
Desesperados, los panistas llegan a la jornada electoral urgidos de recurrir a la ilegalidad a fin de conservar el poder que no supieron mantener con un buen gobierno. Y están dispuestos a hacer cualquier cosa, por ilegal o inmoral que sea, con tal de seguir “montados en el macho”.
Para concretar el inmenso fraude que se ha venido preparando desde semanas, meses atrás, los panistas cuentan con la abierta complicidad de la “gente bien”, particularmente de los magnates, de los grandes ricos del país que, además de concentrar riqueza, tienen en sus manos los medios para conformar y/o manipular a la OPINIÓN PÚBLICA. Porque los medios de comunicación –en su inmensa mayoría- han estado actuando, abiertamente, en coordinación con los intereses del PAN y de su candidato, que no son otros que los de la ULTRADERECHA mexicana, los intereses del gran capital y de sus pocos, de sus poquísimos detentadores.
No es para nada casual que la coordinadora general de la campaña de Felipe Calderón sea precisamente quien elaboró y operó los programas sociales que mantuvo el gobierno del presidente Fox: la señora Josefina Vázquez Mota, cuyo único antecedente político fue formar parte de la directiva de COPARMEX que encabezó el yunquista Carlos María Abascal. También la señora Vázquez Mota es miembro de “El Yunque”.
Quien tenga la paciencia de revisar la lista de coordinadores regionales y estatales de la campaña de Felipe Calderón,se encontrará, en casi todas las entidades, los nombres de quienes operaron con Josefina Vázquez Mota los programas sociales, fuera como secretarios estatales (como es el caso de Xavier Abreu Sierra, en Yucatán) o como delegados de la SEDESOL federal.
No es casual, tampoco, que se halla sumado al equipo de campaña de Felipe Calderón quien fungió como Secretario de la Reforma Agraria, encargado precisamente del proceso de titulación ejidal y de operar todos los programas de apoyo a los productores rurales (PROCEDE, PROCAMPO, PROGAN, etc., etc.). No es casual, en absoluto, que el señor Sojo, encargado de Políticas Públicas de Los Pinos y contacto presidencial con los “dueños del dinero”, se haya sumado a toda prisa al equipo de Felipe Calderón, cuando su campaña no acababa de despegar y el perfil del “candidato oficial” no terminaba de convencer a los todopoderosos del país.
Pero la complicidad oficial con Felipe Calderón y con su equipo de campaña no empiezan ni terminan en la abultada transferencia de funcionarios al equipo de operación electoral panista. Los mexicanos hemos sido testigos del enorme gasto en que ha incurrido el candidato panista y el partido todo en la presente campaña electoral. Además del derroche en los medios de comunicación; además de los millones de pesos para pagar sueldos y la operación de “brigadas”; además del gasto inconmensurable en bardas, pendones, en carteles, en postes pintarrajeados o en las calcomanías; además de los desproporcionados gastos para el “acarreo” y las tortas de los asistentes al sinfín de eventos masivos, además de todo lo que se ve y se puede contabilizar está el uso sistemático de entregas de material de construcción en zonas de desastre; el reparto de regalos, de material deportivo o de apoyos a productores; la presión perversa que se ejerce sobre los beneficiarios de programas como OPORTUNIDADES, FONDEN, HABITAT.
Pasemos a revisar, ahora, lo que fue el fraude del 2004 , en las elecciones yucatecas, la manera como se operaron los recursos del FONDEN y el impacto electoral que esta maniobra tuvo. Con esta base podemos comprender cabalmente el fraude que está por venir, sólo que ahora en escala nacional.
Los recursos de FONDEN en las elecciones del 2004.-
La experiencia fallida en las elecciones federales de julio del 2003 y los pésimos resultados obtenidos por el PAN en los municipios yucatecos se convirtieron en fuerza motriz de lo que sería el fraude electoral del 2004. Fraude realizado, ese sí, con una eficiente estructura electoral y con la aviesa determinación de avasallar a los opositores al PAN y a los intereses del gobernador Patrón Laviada, al precio que fuera.
¿Qué representa un programa con 83 mil 400 acciones de vivienda para un estado como Yucatán?
Según el Censo del 2000, en Yucatán existían 361,819 viviendas unifamiliares. Si eliminamos el 20% correspondiente a las viviendas localizadas en los 21 municipios que quedaron al margen de la declaratoria de “zona de desastre” , tenemos un total de 290 mil predios. Así que el Programa Emergente de Empleo (PEV) representó un 28% del total de viviendas existentes en esa “zona de desastre”.
Avancemos un poco más en el objetivo de precisar el impacto político-electoral del PEV: si retiramos las 10 mil acciones contempladas para Mérida y los 166 mil 740 predios localizados en este municipio , las 73 mil 400 acciones restantes del Programa Emergente alcanzaron el 66% de las viviendas unifamiliares de los 84 municipios beneficiados.
Esta proporción nos ayuda a entender como fue que el Partido Acción Nacional pasó de gobernar 27 municipios en el período 2001-2004 (22 de ellos localizados en la “zona de desastre”), a 51 en el período 2004-2007 (44, localizados en la zona de desastre). Si en las elecciones del 2001, cuando Patricio Patrón Laviada ganó la gubernatura, el PAN alcanzó la suma de 288 mil 619 votos, en 2004, gracias al respaldo electoral de los recursos del FONDEN, la votación alcanzada fue de 334 mil votos, en números redondos, a pesar de haber caído su votación en Mérida en más de 8 mil votos. Si excluimos los votos de Mérida, el PAN pasó de 146 mil 886 voto obtenidos en el 2001 en los 105 municipios de Yucatán, a 200 mil -en números redondos- en el 2004: 37% de incremento en la votación.
Dos puntualizaciones que permitirán direccionar la interpretación electoral que hacemos de los recursos del FONDEN. Una, si nos detenemos a analizar las votaciones obtenidas por el PAN, en las elecciones del 2001 y de 2004, en los 21 municipios excluidos de la declaratoria de “zona de desastre”, veremos que el total de votos obtenidos por el PAN se mantuvo en 27 mil sufragios, es decir, no experimentó el crecimiento que se dio en los 84 municipios beneficiados por el FONDEN. Si eliminamos los votos obtenidos por el PAN en los municipios “excluidos”, entonces el crecimiento experimentado en los 84 municipios beneficiados por el FONDEN (excluyendo a Mérida) reportaron un aumento del 44% de los votos en las elecciones del 2004 con relación a las del 2001.
El segundo señalamiento nos ayudará a entender la manera como se operaron, electoralmente, los recursos provenientes del FONDEN. En los 22 municipios gobernados por el PAN en la “zona de desastre” (incluída Mérida), el total de votos recogidos por ese partido, decreció en 6 mil 500, entre una elección y otra: en 2001, cuando el PAN ganó esas alcaldías, se registraron 189 mil 14 votos a favor del PAN, y en el 2004, la votación a favor del PAN fue de 183 mil 590. Si sacamos a Mérida, los votos del PAN pasaron de 47 mil 230, en el 2001, a 49 mil 301, en esos 21 municipios .
La pésima operación político-electoral del PAN, en los municipios gobernados por militantes propios, propició que se perdieran 8 de los 22 municipios que administraban, localizados en “zona de desastre”. ¿Cómo se explica este decremento, de cara al “boom” que experimentó el PAN en las votaciones de los 63 municipios restantes?
La explicación que he encontrado es que el PAN decidió que, en los municipios gobernados por correligionarios, fueran los propios alcaldes quienes operaran tanto los recursos del FONDEN como los procesos partidistas y las tareas electorales. Mientras que, en los municipios gobernados por priístas , entró un “equipo de profesionales” para operar, en todos sus detalles y en cada una de sus etapas, el proceso electoral, teniendo como base de apoyo las acciones instrumentadas con recursos del FONDEN, además de los programas “normales” de la administración federal (Procampo, “ganado mejor”, Oportunidades, Habitat, etc.).
Cabe establecer que las derrotas propinadas al PRI se fincaron en el crecimiento escandaloso de los votos del PAN y no en el derrumbe de las votaciones obtenidas por el PRI. En números redondos, el PRI aumentó su votación en el estado en 16 mil votos (2.5%) y, mientras el PAN bajó su votación en Mérida, el PRI la hizo crecer en 9 mil votos.
Recapitulando, podemos decir que los 21 municipios excluidos de la declaratoria de “zona de desastre”, quedaron al margen del trasiego electoral con recursos del FONDEN. Estos 21 municipios están siendo atendidos, ahora, con los recursos que el FONDEN aprobó para los damnificados por los huracanes WILMA y EMILY. En Mérida, el 6.3% de impacto que representaron las 10 mil acciones de vivienda, no fueron suficientes para impedir la caída de las votaciones a favor del PAN, aunque si lo hayan sido para sacar una apretada ventaja sobre el PRI. Mientras que, en los 21 municipios que gobernaba el PAN en la “zona de desastre”, faltó operación para convertir el enorme respaldo de los recursos del FONDEN en buenos resultados electorales. Así que fue en 63 municipios, gobernador por el PRI, en donde la “maquinaria electoral” que operó con los recursos provenientes del FONDEN logró los votos que necesitaba para configurar un escenario de “tierra arrasada” en Yucatán.
El FONDEN y los ciclones Emily e Wilma.-
Resulta fundamental reiterar que el equipo que operó los recursos y acciones en torno a Isidoro, y que a nivel nacional encabezaba Josefina Vázquez Mota, es el mismo que coordina la campaña electoral del candidato del PAN. A nivel estatal, quien coordinó las acciones, quien confeccionó los padrones de beneficiarios y los manejó con fines electorales en la contienda estatal del 2004, Xavier Abreu Sierra, funge hoy como coordinador estatal de la campaña del PAN.
En las elecciones internas para seleccionar al candidato del PAN, el equipo de Santiago Creel denunció la utilización del “padrón de beneficiarios” de los distintos programas sociales para favorecer a Felipe Calderón. El responsable de estos programas y de esta maniobra electoral era el secretario estatal de desarrollo social, Xavier Abreu Sierra.
A resultas de los huracanes Emily e Wilma, que abatieron el estado de Yucatán en el verano del 2005, se aprobaron más de cien millones de pesos, provenientes del FONDEN, para acciones emergentes de vivienda. Entre los 23 municipios que recibirán esos recursos se encuentran los 21 que quedaron al margen de los recursos de ISIDORO, justamente donde el PAN obtuvo sus peores resultados en las elecciones del 2004.
No sobra decir que los recursos del FONDEN están llegando justamente ahora, entreverados con las elecciones federales, y que están siendo administrados de manera cínica, burda, con fines electorales, tal como ha sido denunciado en la prensa local con evidencias testimoniales y documentales de sobra. Esta es la parte yucateca del fraude electoral que el gobierno del presidente Fox ha cocinado a nivel nacional y que habremos de conocer y de documentar el próximo domingo 2 de julio. Al tiempo nos leemos…