junio 23, 2006

Cinismo: E-Mail de Hildebrando


El cinismo en persona (en un fragmento del e-mail que envio a sus empleados).


Hildebrando si pagó impuestos. Cincuenta y nueve millones de pesos entre 2001 y 2005, para ser preciso.

En el peor de los casos, la empresa es culpable de aprovecharse, para reducir su carga fiscal, de la infinidad de huecos, exenciones y tratos especiales que deforman nuestro sistema tributario. No hay nada ilegal en ello y de hecho, es práctica común entre empresas de todos tamaños ¿Sería deseable que una reforma fiscal hiciera más eficiente, transparente y equitativo el pago de impuestos? Sin duda.

Pero de allí a deducir que Hildebrando y Diego Zavala recibieron un trato de privilegio al utilizar los instrumentos contables que avala la ley, media un abismo. Y la acusación que hoy se les hace puede recaer mañana sobre cualquier contribuyente, chico o grande: dada la complejidad de nuestro sistema fiscal, todos somos Hildebrando.