junio 28, 2006

El cerebro (financiero) de Calderón

Por Agencias JUNIO 28, 2006 (LA JORNADA).- El panista Minjares y los autopréstamos de Banobras Otro botón de muestra de cómo se conduce la derecha

El insultante enriquecimiento de los miembros del círculo más cercano a Felipe Calderón Hinojosa, el desinflado candidato de Acción Nacional, se ha convertido en la prueba que muestra ese estilo de mentira, engaño y corrupción con el que se conduce la derecha en el poder.

Ya no se puede negar. Hasta los más conspicuos defensores del señor de los cuñados, diría Jaime Avilés, han abandonado la defensa de Feli-pillo, ante la andanada de pruebas irrefutables de su proceder, cuando menos irregular, en las esferas del poder.

Las pruebas van y vienen. Otro de los amigos de Calderón busca ser diputado por un distrito federal que toca la delegación Miguel Hidalgo. Se trata de Manuel Minjares, cuyo rostro cachetón y casi cubierto por anteojos se muestra en una infinidad de plásticos pegados en las esquinas de ese distrito.

Minjares fue director de administración de Banobras mientras Felipe Calderón, el de las uñas largas, era director general, y según aceptan algunos panistas, el "cerebro" del autocrédito con el que el Feli-pillo se hizo de una casa en la colonia Las Aguilas, en el poniente del Distrito Federal.

Esos mismos panistas, a quienes en su partido nadie hace caso, por más que alertan sobre los desatinos del candidato y sus amigos, aseguran que Minjares siguió el ejemplo de su jefe y con otro autopréstamo, al que no tenía derecho por no reunir el requisito de antigüedad en el banco, se compró otra casita junto a la de su jefe, quizá para no perder de vista los pasos que deberían servirle de ejemplo.

Muchos son los que aseguran que Minjares es el "eslabón perdido" entre los negocios de los Zavala y el propio Calderón, porque él cumplía el trabajo de facilitador entre el candidato a la Presidencia y los "amigos" que deberían ser beneficiados.

De cualquier forma, Minjares sí ha sido un hombre del círculo más cerrado de Feli-pillo. No sólo lo asistió en Banobras, en la Secretaría de Energía, cuando Calderón fue secretario, ocupó el estratégico cargo de oficial mayor de la dependencia.

Por ello hay quien asegura que este personaje es el cerebro de muchas de las travesías irregulares que se han descubierto alrededor del panista de las uñas largas.

Pocos se imaginaban hasta dónde se había extendido el poder económico del michoacano Calderón, tal vez por ello para los panistas, como para los no panistas, su candidatura resultaba incomprensible.

En fin, el resultado es que el gas le duró apenas un par de meses. Felipe Calderón se desinfló. Nadie o muy pocos recuerdan de él alguna propuestas sensata, aunque para nadie quedará en el olvido la sarta de mentiras y procacidades que utilizó en la campaña para tratar de quitar de enmedio a López Obrador, pero como aún se dice en este país: andando la carreta se acomodan las calabazas, y cada uno tiene ahora, al final de esta guerra por el poder, el lugar que merece.

Y aunque de eso nos encargaremos en la próxima entrega, hay que dar la voz de alerta contra los llamados de la Iglesia, que está citando a los ciudadanos para el próximo sábado, en sus recintos, para que la gente razone su voto, lo que de ninguna manera deberían hacer los hombres de sotana, que por propia convicción se hallan, casi todos, a la derecha.

También hay que tener cuidado de la última artimaña que en forma de rumor ha empezado a circular en las colonias del Distrito Federal: que el domingo no se debe salir de casa porque la calle estará muy violenta, pero como todos sabemos, si alguna elección tendrá tranquilidad será sin duda la de esta capital.

Por lo pronto hay que tener cuidado de las voces de desconcierto, porque si algo es cierto, aún ahora, es la verdad juarista, aquella que señalaba, más o menos, que el triunfo de la derecha es moralmente imposible.