A la modernita
Dos gráficas distintas y una sola sospecha verdadera. La primera, muy conocida, muestra el comportamiento atípico del conteo realizado a partir de datos provenientes de los distritos electorales de todo el país. La segunda se elaboró tomando en cuenta la hora de llegada de los datos al sistema de cómputo distrital, y reporta un comportamiento distinto (Calderón va arriba y AMLO abajo), un desenlace previsto. Es notable el desarrollo simétrico, sobre todo en la segunda gráfica, como si un espejo reprodujera en un contendiente lo que sucedía al otro. (Gráficas elaboradas por el doctor Jaime Ruiz García)
Astillero
Julio Hernández López
Conteos manipulados Recepción "ordenada" La magia del fraude
El doctor Jaime Ruiz García, del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, asegura que a partir de "los propios datos del IFE" puede demostrarse que "el cómputo de la elección presidencial fue manipulado", por lo cual considera que "si la gente del IFE fue capaz de manipular los datos de llegada del conteo distrital, pudo ser capaz de otras cosas".
Ruiz García elaboró dos gráficas del mismo proceso de cómputo distrital que confirman la manipulación. "Es como si el IFE tuviese dos películas diferentes con el mismo reparto, y sólo el final es el mismo", afirma. La primera gráfica es la muy conocida en que la votación de Andrés Manuel López Obrador se mantiene por encima de la de Felipe Calderón hasta que casi al final del conteo el panista presuntamente toma la delantera y triunfa. Pero resulta que el IFE suministró en Internet información de la hora de llegada de cada dato de casilla para su conteo, independientemente del estado de procedencia. Y, con ese archivo que Luis Mochán había ordenado en primer término, Ruiz García le añadió datos como los porcentajes de votación y de casillas computadas y los votos totales para cada candidato. El resultado fue una gráfica en la que Calderón "comienza arriba desde el principio; AMLO lo rebasa alrededor de 55% de actas computadas y, finalmente, Calderón lo vuelve a rebasar alrededor de 94% de actas computadas". Ese comportamiento "es sorprendente desde el inicio: lo que uno gana, el otro lo pierde"; siendo "el mismo evento", y con comportamientos "totalmente diferentes", "el final es el mismo". El investigador asegura que "esto habla por lo menos de que la gente del IFE encargada del cómputo de datos manipuló la manera en que ingresó los datos de la votación de cada casilla".
Por otro lado, Víctor Romero Rochín, uno de los diez académicos de la UNAM que han hecho análisis estadístico del PREP y el conteo distrital, califica de "sorprendentes" las coincidencias entre los dos conteos -el preliminar (PREP) y el definitivo (distrital)-: "las curvas de PAN y PRD son, de nuevo, muy atípicas, pues NUNCA (mayúsculas en el original) se estabilizaron, ni siquiera en el último 0.01 de las casillas. Los cruces son esperados al principio de un conteo, pero no en las partes finales. El efecto de 'espejo' es una consecuencia de que los demás participantes se estabilizaron muy bien desde el principio. Por lo tanto, votos que 'pierde' el PRD los 'gana' el PAN, y lo sorprendente es que casi no hay 'viceversa', es decir, el PRD no ganó votos y el PAN no perdió votos... la explicación (...) es que los votos llegaron ORDENADOS de menor a mayor para el PAN y de mayor a menor para el PRD". Adjudicar ese aparente orden prestablecido a que "las casillas que favorecían al PAN se retrasaron en su envío" es un argumento insuficiente, pues requeriría "además, de la misma sincronización casi perfecta (...) para hacerlos llegar en ORDEN".
Romero Rochín llega a las conclusiones de que "el comportamiento de la evolución del conteo de los votos es atípico. En particular, lo más sorprendente es el ORDEN del registro de los votos para cada candidato. ¿Eventos poco probables, pero posibles? ¿Sincronización accidental en la captura de las actas, debida a factores externos? ¿Intervención al sistema de cómputo del IFE? Todas posibles, ninguna descartable". Pero, "¿cómo se puede saber qué fue?": "Dada la diferencia tan pequeña entre PAN y PRD, el conteo voto por voto de las 130 mil casillas es la solución que resolvería cualquier ambigüedad o duda del proceso de la contabilización de los votos. Sugerimos que es indispensable que el conteo no sólo lo realice el IFE, sino que sea hecho de manera simultánea por otras organizaciones públicas y privadas".
Gerardo Horvilleur, a quien sus amigos llaman "mago", es uno de los mejores programadores de México (fundador, director y arquitecto de software de SimpleJ (www.simplej.com), una herramienta para que los jóvenes aprendan a programar haciendo videojuegos; seleccionado en 2005 por Sun Microsystems para ser miembro fundador de su proyecto Java Champions). Junto con Martín Hardy (matemático y cineasta), elaboró un texto en que se pregunta: "qué tan preciso es el IFE como instrumento de medición". Y se responden: "Se dice que una elección se gana por un voto, pero esto es imposible. Cualquier instrumento de medición tiene un margen de error, el cual le pone un límite a su precisión al hacer una medida. Con una cinta métrica es imposible medir con una precisión de una décima de milímetro, (así es que) se necesita un instrumento más preciso. Uno podría pensar que contar votos es algo muy preciso, y por lo tanto no tiene por qué haber un error de medición, sobre todo cuando todos emplearon exactamente el mismo procedimiento para contarlos. Pero la realidad es que la imagen que nos quieren dar de que todo se hizo exactamente como lo dicen los manuales de capacitación del IFE es simplemente imposible".
Hardy y Horvilleur se detienen en el asunto de los fraudes: "Un experto en elecciones (como sería el IFE) no es un experto en fraudes. Cuando un mago desaparece un automóvil (o la Estatua de la Libertad, o la Muralla China) ante cientos de observadores, nadie puede explicar cómo lo hizo, pero todos sabemos que es imposible que simplemente se haya esfumado. Que nadie pueda entender cómo lo hizo no es de ninguna manera una prueba contundente de que no hubo truco. De igual forma, no tener una explicación de cómo se pudo realizar un fraude electoral tampoco es una demostración de que éste no ocurrió". Por ello, frente a las muchas anomalías detectadas por los científicos en los datos publicados por el IFE (de algunas de las que los dos redactores dan cuenta en su texto) y que sugieren la existencia de un fraude, lo más sencillo sería "simplemente volver a contar los votos, con más cuidado y uniformidad de criterios".
De matemáticas, estadística y fraude electoral se hablará hoy a partir de las 12 horas en el Club de Periodistas (Filomeno Mata y Tacuba, en el centro de la ciudad de México), con la participación de especialistas y metiches como este tecleador (los trabajos de Ruiz García, Romero Rochín y Hardy y Horvilleur, estarán disponibles en www.juliohernandez.com.mx)./
Y, mientras la verdadera consejera presidenta del IFE, Elba Esther UGordillo, declara "presidente electo" al profesor Felipe Calderón, ¡hasta mañana!
Fax: 5605-2099 juliohdz@jornada.com.mx www.juliohernandez.com.mx
Astillero
Julio Hernández López
Conteos manipulados Recepción "ordenada" La magia del fraude
El doctor Jaime Ruiz García, del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, asegura que a partir de "los propios datos del IFE" puede demostrarse que "el cómputo de la elección presidencial fue manipulado", por lo cual considera que "si la gente del IFE fue capaz de manipular los datos de llegada del conteo distrital, pudo ser capaz de otras cosas".
Ruiz García elaboró dos gráficas del mismo proceso de cómputo distrital que confirman la manipulación. "Es como si el IFE tuviese dos películas diferentes con el mismo reparto, y sólo el final es el mismo", afirma. La primera gráfica es la muy conocida en que la votación de Andrés Manuel López Obrador se mantiene por encima de la de Felipe Calderón hasta que casi al final del conteo el panista presuntamente toma la delantera y triunfa. Pero resulta que el IFE suministró en Internet información de la hora de llegada de cada dato de casilla para su conteo, independientemente del estado de procedencia. Y, con ese archivo que Luis Mochán había ordenado en primer término, Ruiz García le añadió datos como los porcentajes de votación y de casillas computadas y los votos totales para cada candidato. El resultado fue una gráfica en la que Calderón "comienza arriba desde el principio; AMLO lo rebasa alrededor de 55% de actas computadas y, finalmente, Calderón lo vuelve a rebasar alrededor de 94% de actas computadas". Ese comportamiento "es sorprendente desde el inicio: lo que uno gana, el otro lo pierde"; siendo "el mismo evento", y con comportamientos "totalmente diferentes", "el final es el mismo". El investigador asegura que "esto habla por lo menos de que la gente del IFE encargada del cómputo de datos manipuló la manera en que ingresó los datos de la votación de cada casilla".
Por otro lado, Víctor Romero Rochín, uno de los diez académicos de la UNAM que han hecho análisis estadístico del PREP y el conteo distrital, califica de "sorprendentes" las coincidencias entre los dos conteos -el preliminar (PREP) y el definitivo (distrital)-: "las curvas de PAN y PRD son, de nuevo, muy atípicas, pues NUNCA (mayúsculas en el original) se estabilizaron, ni siquiera en el último 0.01 de las casillas. Los cruces son esperados al principio de un conteo, pero no en las partes finales. El efecto de 'espejo' es una consecuencia de que los demás participantes se estabilizaron muy bien desde el principio. Por lo tanto, votos que 'pierde' el PRD los 'gana' el PAN, y lo sorprendente es que casi no hay 'viceversa', es decir, el PRD no ganó votos y el PAN no perdió votos... la explicación (...) es que los votos llegaron ORDENADOS de menor a mayor para el PAN y de mayor a menor para el PRD". Adjudicar ese aparente orden prestablecido a que "las casillas que favorecían al PAN se retrasaron en su envío" es un argumento insuficiente, pues requeriría "además, de la misma sincronización casi perfecta (...) para hacerlos llegar en ORDEN".
Romero Rochín llega a las conclusiones de que "el comportamiento de la evolución del conteo de los votos es atípico. En particular, lo más sorprendente es el ORDEN del registro de los votos para cada candidato. ¿Eventos poco probables, pero posibles? ¿Sincronización accidental en la captura de las actas, debida a factores externos? ¿Intervención al sistema de cómputo del IFE? Todas posibles, ninguna descartable". Pero, "¿cómo se puede saber qué fue?": "Dada la diferencia tan pequeña entre PAN y PRD, el conteo voto por voto de las 130 mil casillas es la solución que resolvería cualquier ambigüedad o duda del proceso de la contabilización de los votos. Sugerimos que es indispensable que el conteo no sólo lo realice el IFE, sino que sea hecho de manera simultánea por otras organizaciones públicas y privadas".
Gerardo Horvilleur, a quien sus amigos llaman "mago", es uno de los mejores programadores de México (fundador, director y arquitecto de software de SimpleJ (www.simplej.com), una herramienta para que los jóvenes aprendan a programar haciendo videojuegos; seleccionado en 2005 por Sun Microsystems para ser miembro fundador de su proyecto Java Champions). Junto con Martín Hardy (matemático y cineasta), elaboró un texto en que se pregunta: "qué tan preciso es el IFE como instrumento de medición". Y se responden: "Se dice que una elección se gana por un voto, pero esto es imposible. Cualquier instrumento de medición tiene un margen de error, el cual le pone un límite a su precisión al hacer una medida. Con una cinta métrica es imposible medir con una precisión de una décima de milímetro, (así es que) se necesita un instrumento más preciso. Uno podría pensar que contar votos es algo muy preciso, y por lo tanto no tiene por qué haber un error de medición, sobre todo cuando todos emplearon exactamente el mismo procedimiento para contarlos. Pero la realidad es que la imagen que nos quieren dar de que todo se hizo exactamente como lo dicen los manuales de capacitación del IFE es simplemente imposible".
Hardy y Horvilleur se detienen en el asunto de los fraudes: "Un experto en elecciones (como sería el IFE) no es un experto en fraudes. Cuando un mago desaparece un automóvil (o la Estatua de la Libertad, o la Muralla China) ante cientos de observadores, nadie puede explicar cómo lo hizo, pero todos sabemos que es imposible que simplemente se haya esfumado. Que nadie pueda entender cómo lo hizo no es de ninguna manera una prueba contundente de que no hubo truco. De igual forma, no tener una explicación de cómo se pudo realizar un fraude electoral tampoco es una demostración de que éste no ocurrió". Por ello, frente a las muchas anomalías detectadas por los científicos en los datos publicados por el IFE (de algunas de las que los dos redactores dan cuenta en su texto) y que sugieren la existencia de un fraude, lo más sencillo sería "simplemente volver a contar los votos, con más cuidado y uniformidad de criterios".
De matemáticas, estadística y fraude electoral se hablará hoy a partir de las 12 horas en el Club de Periodistas (Filomeno Mata y Tacuba, en el centro de la ciudad de México), con la participación de especialistas y metiches como este tecleador (los trabajos de Ruiz García, Romero Rochín y Hardy y Horvilleur, estarán disponibles en www.juliohernandez.com.mx)./
Y, mientras la verdadera consejera presidenta del IFE, Elba Esther UGordillo, declara "presidente electo" al profesor Felipe Calderón, ¡hasta mañana!
Fax: 5605-2099 juliohdz@jornada.com.mx www.juliohernandez.com.mx
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