julio 03, 2006

La comida que no pagó Mart(h)a (la cena de los Fox a los Aznar)

Alvaro Cepeda Neri

I.- Siguen saliendo "los trapos sucios". Ahora tenemos el caso de un banquete, ordenado y convenido por la esposa de Fox, la imparable Mart(h)a Sahagún (mamá de los Bribiesca).

Parece que los abusos del poder presidencial no tuvieron límite. Y que la cónyuge, hasta el último día del sexenio -y mal, malísimo gobierno foxista- continuará dando manotazos al timón del Poder Ejecutivo Federal.

Y restan cinco meses, lapso suficiente para acumular más agravios y perjuicios contra la nación, la única que sufre y paga las consecuencias de quienes impunemente hacen y deshacen a su antojo desde los cargos públicos.


II.- En la revista mensual Al punto, cuyo editor es Alfonso Martínez Juárez, correspondiente al pasado mes de junio, además de reportajes y notas de actualidad en el contexto de una muy decorosa presentación, se publica la entrevista de Lourdes Flores a la empresaria culinaria Lucila Molina de los Merlos. Esta es la propietaria (y cocina) de un restaurante bastante conocido en la capital del país: Casa Merlos.

Su especialidad, la gastronomía mexicana, de la que es investigadora, preparando platillos que le han dado merecido reconocimiento.


III.- En febrero de 2003, vísperas de la segunda visita del derechista José María Aznar, entonces presidente del gobierno de España, Lucila Molina de los Merlos recibió una llamada telefónica. Era Ana López Mestre, aún secretaria privada de Mart(h)a, comunicándole que había sido "elegida" para acompañar a la esposa de Fox el día 19 de ese mes, a una "gira" de la entonces precandidata en secreto (a voz en cuello) a la sucesión foxista.

La primera visita de Aznar fue cuando se matrimoniaron la michoacana y Fox, y casi fue testigo de la boda civil (la religiosa está pendiente, porque fallaron las gestiones del pedófilo Marcial Maciel y éste ya está dado de baja por el Papa Benedicto).


IV.- La dueña del restaurante Casa Merlos, se presentó en Los Pinos y acompañó a la Sahagún a la "gira" donde, además, estaba la esposa de un secretario del despacho presidencial. Previamente la secretaria de Mart(h)a le dio instrucciones: "Me dijo cómo debía comportarme: caminar atrás de la primera dama, no perder el ritmo del paso y el de sus guardaespaldas".

Y se fueron para Ecatepec (donde el caciquismo religioso del obispo Onésimo y sus complicidades empresariales y priístas, siempre ha amparado a la cónyuge). Platicaban, dice la entrevistada (y defraudada, como veremos).


V.- Mart(h)a se volvió hacia Lucila y en corto le soltó: "Se me está ocurriendo algo... el 26 de febrero, el Presidente de España llega a México, me gustaría que me hicieras una cena". La propietaria del restaurante y en ese momento dama de compañía, propuso el menú. La inquilina de Los Pinos contestó: "Ya está. Te mando decir para cuántas personas que, finalmente, resultaron ser 40. Y ese día por la noche se sirvió la comida que, sin un pago de anticipo, cubrió con su dinero Lucila Molina de los Merlos.


VI.- Lourdes Flores, la entrevistadora, preguntó: "¿Le pagó la cena que preparó?". Y el subtítulo lo dice todo: Del plato a la mesa, se cae la paga. Y es que Mart(h)a, hasta la fecha, ni el polvo. Responde doña Lucila: "No hubo paga, nunca me pagó. Una y otra vez llamé a Ana López Mestre, secretaria de la señora Sahagún, y no me tomó la llamada".

Esto no solamente se llama "hacer caravana con sombrero ajeno", sino que es un fraude y de no poca monta. Tras leer la entrevista uno no puede menos que autopreguntarse sobre el importe de la cena y... ¿quién en Los Pinos se lo embolsó?


VII.- Porque obviamente se registró el gasto de la gran comilona y se facturó con algún tipo de recibo, donde debe aparecer que los Aznar y los Sahagún-Fox con sus 36 invitados se despacharon "flores de calabaza rellenas de carne molida; como segundo tiempo, una sopa de flor de calabaza... y como plato fuerte, un pipián de Santa Lucía, se sirve con codornices y como postre unas natillas de piñón o unas lágrimas de obispo".

Tal vez tanta flor de calabaza hizo estragos en los comensales y tener que tomar Caomicín para la diarrea, fue lo que motivó a la señora Sahagún para, hasta hoy día, no pagar la cuenta. No hay otra explicación.


VIII.- Lo único cierto es que Mart(h)a se va a ir de Los Pinos con muchas deudas. Y una de ellas es esta comida que les brindó a los Aznar.

Otra es la remodelación que ordenó para la casa presidencial, sus oficinas y demás redcoraciones. Esta investigación periodística está circulando en la revista quincenal Contralínea (15 y 30/VI/06).

Todos los días nos enteramos de cómo la familia panista-foxista usó el poder presidencial para abusar y enriquecer, por tráfico de influencias, por sobornos y directamente metiéndole mano a los fideicomisos que, como Fox, funcionaron como su "partida secreta".


IX.- A la dueña del restaurante, pues, se la "hicieron de pleito ratero" y, en la información citada, la perjudicada, cansada de esperar y gestionar sin resultados que le pagaran, decidió proporcionar los datos sobre ese fraude. Y no se anduvo por las ramas, ya que menciona que fue contratada por Mart(h)a, la mismísima mamá de los pillos Bribiesca, y localizada para ese trato mercantil y comercial por la secretaria privada de la cónyuge, doña Ana López Mestre. Y las dos se niegan a contestar para no cumplir con esa obligación de algunos miles de pesos.


X. Que la Sahagún se dé a conocer por sus excesos detrás de los pantalones de su esposo, sus encubrimientos y gestiones a favor de sus hijos y que haya hecho hasta lo imposible por ser la candidata del PAN para la sucesión presidencial, demuestra que quien es capaz de todo eso, poca cosa le parece despojar del pago a quien confió en su palabra y quien ya empacó sus "chivas" ("¡Adiós, mamá Carlota!") y, con su esposo, embarcarse, no al rancho, sino a la media patria foxista: España, para cobijarse con la protección que les tiene prometida el señor Aznar. Este y su comitiva fueron los que se atragantaron la cena que la Sahagún se niega a pagar. Una comida gratis por un autoexilio.

cepedaneri@prodigy.net.mx