Calderón debe andar con cuidado: NYT
(NYT)
Lo que alparecer fue su elección suscitó lamentos de dolor y alaridos de ``¡Fraude!'' en los barrios obreros y el empobrecido campo de este país.
En vecindarios adinerados y en consejos directivos de empresas, lo que al parecer sería su triunfo indujo profundos suspiros de alivio.
Si soporta los desafíos legales, el candidato con más votos para presidente, Felipe Calderón, presidiría sobre un país que no ha estado tan claramente dividido como ahora desde la sangrienta Revolución Mexicana de 1910, a lo largo de 10 años.Las elecciones más cerradas en la historia de México han abierto de tajo diferencias que se hantado fermentando desde hace mucho tiempo, la cuales separan a México en norte y sur, ricos y pobres, piel clara y piel oscura, empleador y empleado.``Estas elones nos pusieron frente al espejo'''', dijo Rossana Fuentes-Berain, analista política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (y subdirectora de la revista Foreign Affairs en español). ``Nos ha mostrado hasta qué grado estamos divididos''''.Al igual que el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el último mandatario de este hemisferio que asumió el poder tras unas muy discutidas elecciones, Calderón comenzaría su periodo de seis años sin un claro mandato.La realidad para Calderón ofrece una firme medida de ecuanimidad: casi 65 por ciento del país votó en su contra en a contienda de cinco candidatos, el Congreso Mexicano está dividido en tres y millones de mexicanos no creen que él realmente haya ganado los comicios.Calderón ha jurado qanará a la nación, tenderá puentes a sus adversarios y formará un gobierno de coalición que le dé una voz a sus opositores.``Yo no gobernaré solamente para mi partido político, sino para todos los partidos'''', declaró Calderón este viernes. ``Yo no quiero ver dos Méxicos. No acepto esa realidad''''.Sin embargo, los esfuerzos de Calderón con miras a la conciliación se producen después de la campaña electoral más lacerante que ha existido aquí, en la cual Calderón desató una andanada de ataques en anuncios en contra de su oponente Andrés Manuel López Obrador. El resultado de la campaña fue una mayoría de votos, de 0.6 puntos porcentualesara Calderón y un promesa por parte de López Obrador con respecto a que combatiría el resultado ante el tribunal electoral, o de ser necesario, en las calles.``Será realmente difícil'''', comentó Andrew Selee, el director del Instituto México por el Centro Woodrow Wilson en Washington, D.C., con respecto a la tarea de Calderón. ``La única forma en que se puede sanar ese cisma cons en asegurarse que la elecciones sean consideradas legítimas, que la mayoría cuando menos se sienta cómoda con el resultado''''.Muchos de los partidarios de López Obrador creen que le arrebataron con trampas la Presidencia y su equipo de campaña estará presentando diversos recursos legales en los que se alega la existencia de irregularidades, con la esperanza de convencer al Tribunal Federal Electoral, que tiene la última palabra con respecto al tema, de que conceda un recuento.Sus partidarios seán reuniendo en estos momentos (sábado) en la plaza central de Ciudad de México, el Zócalo, en lo que podría ser un preludio de un verano lleno de marchas, protesta y huelgas.Muchos integrantes del grupo de López Obrador comparan la situación con las elecciones presidenciales de 1988, en las cuales un fraude masivo le habría robado a un correligionario de izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, la presidencia.``Existen muchísimos intereses empresariales aquí en México y en Estados Unidos que buscan mantener el gobierno del Presidente Vicente Fox, que está por salir'''', afirmó Mariana Albarrán, diseñadora gráfica de 33 años de edad. Si el tribunal no ordena un recuento, agregó, ``se va a producir un desorden social.brá movimientos que no pueden ser controlados''''. El problema de legitimidad de Calderón se exacerba debido a profundas divisiones de índole geográfica.El nuevo mapa electoralde México hace que las divisiones en rojo (republicanos) y azul (demócratas) en Estados Unidos parezcan un complicado rompecabezas. Con unas pocas excepciones, claras líneas separan al país casi en mitades perfectas: un norte que apoyó abrumadoramente al candidato conservador, Felipe Calderón, y un sur que lanzó su respaldo detrás de López Obrador.Selee dijo que el México creado por el libre comercio y el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) ha dividido al país en dos. ``El norte experimentó la apertura económica como una ventaja que podría aprovechar, en tanto el sur experimentó dicha apertura económica como una amenaza, algo de lo que fue excluido o por lo cual se vio afectado negativamente'''', dijo. ``Ambos candidatos realmente fueron capaces reflejar esas diferencias''''.Y si bien López Obrador representa a los pobres urbanos que no pueden obtener un empleo decente y bien remunerado, así como a los agricultores que no pueden ganarse la vida en sus tierras, Calderón representante en buena medida a una creciente clase media que, bajo Fox, por primera vez tuvo acceso a préstamos para comprar viviendas y obtener tarjetas de crédito.A Jorge García, deaños de edad, representante de turismo en un hotel en Ciudad de México y uno de los integrantes de la clase media, le preocupaba el efecto que López Obrador tendría sobre la economía.``La atmósfera a la que está llegando este país no es buena'''', afirmó. ``Espero que no haya un conflicto, pero no sabemos lo que va a ocurrir. López Obrador no se calmará hasta que esté en el poder''''.Aunado a todas las huelgas en su contra, Calderón enfrentaría a un Congreso dominado por la oposición que podría frustrar cualquier esfuerzo con miras a una reforma verdadera, como se lo hizo en repetidas ocasiones al Presidente Fox.Calderón ha estado tratando de acercarse a otros partidos, ofreciendo posiciones en un gobierno de coalición por votos en el Congreso.Si bien el Partido Revolucionario Institucional, o PRI, otrora invencible, representante el lógico voto decisivo en el Creso, algunos expertos advierten que una coalición que no incluya al Partido de la Revolución Democrática, el PRD, es una receta para la inestabilidad.Algunos grupos civiles ya están tratando de enmendar el cisma de México. El Diálogo Nacional Democrático, compuesto de académicos, organizaciones sin fines de lucro, empresas y líderes sindicales, se ha acercado a Naciones Unidas para solicitar consejos con respecto a cómo otros países _ como Sudáfrica después del apartheid y Guatemala tras su Guerra Civil _ han tratado de superar sus enormes brechas sociales.``Nosotros tenemos que aprender a confiar en cada cual, aprender a complementarnos mutuamente'''',o Fuentes-Berain, una de las integrantes del naciente grupo. ``Yo pienso que eso es saludable.Estamos viendo aspectos que hemos negado como sociedad por demasiado tiempo''''.(El correo electrónico de Jeremy Schwartz es: jschwartz@coxnews.com.)
Lo que alparecer fue su elección suscitó lamentos de dolor y alaridos de ``¡Fraude!'' en los barrios obreros y el empobrecido campo de este país.
En vecindarios adinerados y en consejos directivos de empresas, lo que al parecer sería su triunfo indujo profundos suspiros de alivio.
Si soporta los desafíos legales, el candidato con más votos para presidente, Felipe Calderón, presidiría sobre un país que no ha estado tan claramente dividido como ahora desde la sangrienta Revolución Mexicana de 1910, a lo largo de 10 años.Las elecciones más cerradas en la historia de México han abierto de tajo diferencias que se hantado fermentando desde hace mucho tiempo, la cuales separan a México en norte y sur, ricos y pobres, piel clara y piel oscura, empleador y empleado.``Estas elones nos pusieron frente al espejo'''', dijo Rossana Fuentes-Berain, analista política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (y subdirectora de la revista Foreign Affairs en español). ``Nos ha mostrado hasta qué grado estamos divididos''''.Al igual que el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el último mandatario de este hemisferio que asumió el poder tras unas muy discutidas elecciones, Calderón comenzaría su periodo de seis años sin un claro mandato.La realidad para Calderón ofrece una firme medida de ecuanimidad: casi 65 por ciento del país votó en su contra en a contienda de cinco candidatos, el Congreso Mexicano está dividido en tres y millones de mexicanos no creen que él realmente haya ganado los comicios.Calderón ha jurado qanará a la nación, tenderá puentes a sus adversarios y formará un gobierno de coalición que le dé una voz a sus opositores.``Yo no gobernaré solamente para mi partido político, sino para todos los partidos'''', declaró Calderón este viernes. ``Yo no quiero ver dos Méxicos. No acepto esa realidad''''.Sin embargo, los esfuerzos de Calderón con miras a la conciliación se producen después de la campaña electoral más lacerante que ha existido aquí, en la cual Calderón desató una andanada de ataques en anuncios en contra de su oponente Andrés Manuel López Obrador. El resultado de la campaña fue una mayoría de votos, de 0.6 puntos porcentualesara Calderón y un promesa por parte de López Obrador con respecto a que combatiría el resultado ante el tribunal electoral, o de ser necesario, en las calles.``Será realmente difícil'''', comentó Andrew Selee, el director del Instituto México por el Centro Woodrow Wilson en Washington, D.C., con respecto a la tarea de Calderón. ``La única forma en que se puede sanar ese cisma cons en asegurarse que la elecciones sean consideradas legítimas, que la mayoría cuando menos se sienta cómoda con el resultado''''.Muchos de los partidarios de López Obrador creen que le arrebataron con trampas la Presidencia y su equipo de campaña estará presentando diversos recursos legales en los que se alega la existencia de irregularidades, con la esperanza de convencer al Tribunal Federal Electoral, que tiene la última palabra con respecto al tema, de que conceda un recuento.Sus partidarios seán reuniendo en estos momentos (sábado) en la plaza central de Ciudad de México, el Zócalo, en lo que podría ser un preludio de un verano lleno de marchas, protesta y huelgas.Muchos integrantes del grupo de López Obrador comparan la situación con las elecciones presidenciales de 1988, en las cuales un fraude masivo le habría robado a un correligionario de izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, la presidencia.``Existen muchísimos intereses empresariales aquí en México y en Estados Unidos que buscan mantener el gobierno del Presidente Vicente Fox, que está por salir'''', afirmó Mariana Albarrán, diseñadora gráfica de 33 años de edad. Si el tribunal no ordena un recuento, agregó, ``se va a producir un desorden social.brá movimientos que no pueden ser controlados''''. El problema de legitimidad de Calderón se exacerba debido a profundas divisiones de índole geográfica.El nuevo mapa electoralde México hace que las divisiones en rojo (republicanos) y azul (demócratas) en Estados Unidos parezcan un complicado rompecabezas. Con unas pocas excepciones, claras líneas separan al país casi en mitades perfectas: un norte que apoyó abrumadoramente al candidato conservador, Felipe Calderón, y un sur que lanzó su respaldo detrás de López Obrador.Selee dijo que el México creado por el libre comercio y el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) ha dividido al país en dos. ``El norte experimentó la apertura económica como una ventaja que podría aprovechar, en tanto el sur experimentó dicha apertura económica como una amenaza, algo de lo que fue excluido o por lo cual se vio afectado negativamente'''', dijo. ``Ambos candidatos realmente fueron capaces reflejar esas diferencias''''.Y si bien López Obrador representa a los pobres urbanos que no pueden obtener un empleo decente y bien remunerado, así como a los agricultores que no pueden ganarse la vida en sus tierras, Calderón representante en buena medida a una creciente clase media que, bajo Fox, por primera vez tuvo acceso a préstamos para comprar viviendas y obtener tarjetas de crédito.A Jorge García, deaños de edad, representante de turismo en un hotel en Ciudad de México y uno de los integrantes de la clase media, le preocupaba el efecto que López Obrador tendría sobre la economía.``La atmósfera a la que está llegando este país no es buena'''', afirmó. ``Espero que no haya un conflicto, pero no sabemos lo que va a ocurrir. López Obrador no se calmará hasta que esté en el poder''''.Aunado a todas las huelgas en su contra, Calderón enfrentaría a un Congreso dominado por la oposición que podría frustrar cualquier esfuerzo con miras a una reforma verdadera, como se lo hizo en repetidas ocasiones al Presidente Fox.Calderón ha estado tratando de acercarse a otros partidos, ofreciendo posiciones en un gobierno de coalición por votos en el Congreso.Si bien el Partido Revolucionario Institucional, o PRI, otrora invencible, representante el lógico voto decisivo en el Creso, algunos expertos advierten que una coalición que no incluya al Partido de la Revolución Democrática, el PRD, es una receta para la inestabilidad.Algunos grupos civiles ya están tratando de enmendar el cisma de México. El Diálogo Nacional Democrático, compuesto de académicos, organizaciones sin fines de lucro, empresas y líderes sindicales, se ha acercado a Naciones Unidas para solicitar consejos con respecto a cómo otros países _ como Sudáfrica después del apartheid y Guatemala tras su Guerra Civil _ han tratado de superar sus enormes brechas sociales.``Nosotros tenemos que aprender a confiar en cada cual, aprender a complementarnos mutuamente'''',o Fuentes-Berain, una de las integrantes del naciente grupo. ``Yo pienso que eso es saludable.Estamos viendo aspectos que hemos negado como sociedad por demasiado tiempo''''.(El correo electrónico de Jeremy Schwartz es: jschwartz@coxnews.com.)
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