julio 13, 2006

Sopa de letras: el PAM, el PRI... ¡y el PP!por Juan Miguel de Mora

por Juan Miguel de Mora

La ley electoral mexicana incluye una serie de normas y obligaciones para el gobierno federal, los gobernadores estatales, los partidos y los candidatos participantes. Todas ellas fueron violadas por el Partido Acción Nacional, la ultraderecha en el poder, Vicente Fox (que fue el guante de terciopelo todo el sexenio y después lo cambió por el de acero), y los gobernadores del PAN.

Al Presidente, por ser Jefe de Estado en una república presidencialista y no parlamentaria, le está prohibido absolutamente no sólo por la ley electoral, sino también por la Constitución, toda propaganda o preferencia pública por algún contendiente. Fox estuvo toda la campaña haciendo propaganda a su partido con un discurso diario por lo menos, viajando por todo el país y usando las leyes y servicios sociales como valor de cambio por votos:

“No se cambia de caballo a mitad del río”; “México está bien y para que siga bien debe seguir el mismo camino que tiene hoy”; “sería un grave error buscar algo nuevo”, etc, etc.

Habló de los diversos programas de ayuda al campo –alguno de los cuales procede de tiempos del PRI- como méritos de su gobierno. En la propaganda panista de televisión se acusó a López Obrador de seguir a Fidel Castro y a Hugo Chávez, usando imágenes de ellos mismos en montajes, y desde los púlpitos un clero militante, decía a los feligreses, entre otras calumnias absurdas, que López Obrador les quitaría sus casas si llegaba al poder.

Y el último número e la revista PROCESO, la más seria, solvente y confiable de México desde hace treinta años, tituló en primera plana “ELECCIÓN ENVENENADA” y en interiores dio amplia información de las irregularidades y calificó al IFE (Instituto Federal Electoral) de “órgano faccioso” lo cual respaldó con amplia información al respecto, de la que no es la menos importante que Luis Felipe Ugalde, presidente del IFE, fuese, de tiempo atrás, amigo personal de Calderón.
Los primeros datos oficiales la noche de las elecciones daban la ventaja a Felipe Calderón, candidato del PAN pero el Partido de la Revolución Democrática, de López Obrador, descubrió dos millones y medio de votos que “se habían puesto a un lado” –sic- “por ciertas irregularidades”, según el PAN. Al ser descubiertos y denunciado el hecho volvieron a ser tomados en cuenta. En el recuento final –arreglado ya lo de esos votos escondidos- durante muchas horas iba adelante López Obrador y súbitamente la cosa cambió y Calderón ganó por un pelo, por menos de un punto conceptual.
Detalles a observar:

1.- De acuerdo con la ley en México no hay presidente electo hasta que no lo declare así el Tribunal Federal Electoral, lo que no ha sucedido y para lo que hay plazo hasta el 6 de septiembre. Por lo tanto se equivocaron los jefes de gobiernos que han felicitado ya a Calderón. Bush ya rectificó mediante su vocero.

2.- Quien maneja ahora el PAN es una organización fascista y clandestina llamada “El Yunque” de la que es destacado dirigente el actual presidente del Partido Acción Nacional, Manuel Espino.

3.- López Obrador presentó el 10 de julio pruebas de fraude mostrando, entre otras cosas, un video en el que se ve a un tipo metiendo varias boletas de voto en una urna, en una casilla bien identificada del estado de Guanajuato, tierra de Fox.

4.- Las reclamaciones que va a presentar el PRD según anunció López Obrador, están previstas por la ley y son absolutamente legales y constitucionales. Al Tribunal Federal Electoral le corresponderá decidir antes del 6 de septiembre.

5.- Las denuncias del Partido de la Revolución Democrática (que en la campaña encabezó lo que se llama “Coalición por el bien de todos”), corresponden a lo siguiente:

I.- Descarada e indebida intervención del presidente Fox en el proceso electoral.

II.- Guerra sucia y propaganda negra contra López Obrador.

III.- Propaganda religiosa contra el PRD y su candidato.

IV.- Indebida intervención en el proceso de empresas privadas y organismos patronales.

V.- Abusiva propaganda del gobierno federal paralela y coincidente con la campaña del PAN.

VI.- Utilización de programas de gobierno para beneficiar al PAN. Pero no solicita anulación de las elecciones, sino recuento voto por voto.


6.- El problema es muy grave porque es muy difícil que los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (que suele ser llamado TRIFE) puedan sustraerse a las presiones del gobierno federal dominado por la ultra derecha. Además la Suprema Corte (última instancia legal) ha demostrado durante el sexenio de Fox que está al servicio del poder Ejecutivo. Y la ultraderecha muy difícilmente deja el poder.

4.- Varios grupos de observadores, (como la estadounidenseGlobal Echange y la mexicana “Alianza Cívica” por ejemplo), detectaron muchas irregularidades, pero resultó sorprendente que la comisión europea de observadores no observase nada de todo lo que hacían el PAN y el gobierno, y después bendijera la cuenta de los votos y todo lo demás, hasta que descubrimos que el presidente y portavoz de esa comisión es un español miembro del llamado Partido Popular, partido cuyo más preclaro militante, José María Aznar, el que vino a México a decir a los mexicanos que votasen por Calderón. (Lo cual, por cierto, le costó votos a Calderón).

Por lo tanto las siglas de partidos que han participado de alguna forma en las elecciones de México son: PAN, PRD, PRI... ¡y PP español!.