julio 06, 2006

El espectro del fraude del 88 ronda por el IFE y mina su credibilidad

Los consejeros callan durante casi todo el día para no cantar la ventaja de AMLO

ARTURO CANO

Los consejeros callaron, y de su imagen sin fuerza cayó la credibilidad del Instituto Federal Electoral (IFE).

La coalición Por el Bien de Todos parece asustar a los consejeros. Ven pasar a su plana mayor cuando esperan al consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, quien prefiere recibir a Manuel Espino y otros dirigentes del PAN que acompañar a sus pares.

Van a dar las ocho de la noche, la hora prevista para el reinicio de la sesión del Consejo General del IFE. Los consejeros han decidido suspenderla, para "dar certeza", dicen, o para evitar decir que Andrés Manuel López Obrador va adelante (por 1.78 puntos, tendría que haber dicho el informe).

Llega la noche y el instituto es el caos. Durante dos días, los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) permiten al PAN fijar en la opinión pública la idea del triunfo de su candidato. A lo largo de todo este día, sin embargo, López Obrador mantiene la delantera.

La coalición denuncia que se manipuló el PREP y otras irregularidades. El PAN exige que se declare ganador a Felipe Calderón. Desde el domingo, los consejeros del IFE caen en contradicciones, exhiben ineficiencias, reaccionan tarde y mal a los cuestionamientos.

Los principales obuses provienen de la coalición que ahora, encabezada por Leonel Cota y Jesús Ortega, llega a la sala de prensa a esperar el mensaje de los consejeros. La presión de los medios de comunicación los obliga a hablar porque los consejeros no aparecen. Su presidente sigue con los panistas.

Durante todo el día, en las grandes pantallas que dividen al país en azul y amarillo, la ventaja ha sido para López Obrador.

Nada le hace. Manuel Espino sale feliz. Una hora antes, en la representación del PAN ante el IFE, se ha recibido un comunicado en el cual el consejero presidente informa que la sesión del Consejo General sólo se reiniciará cuando haya concluido la recepción de datos de los 300 distritos electorales.

"Nuestro candidato ya ganó", repite Espino.

En sus oficinas, los panistas sacan cuentas y anticipan una diferencia de .06 por ciento.

Espino acusa al PRD de haber buscado todo el día "que se registren primero las actas de donde ganaron, lo que nos parece francamente ridículo", y le pone número a la ventaja que, dice, tendrá su candidato: alrededor de 380 mil votos.

"Es una operación planeada: van a decir que ganaron con 0.6 por ciento y les va a salir exacto", arriesga Jesús Ortega, coordinador de la campaña lopezobradorista.

No hay sonrisas entre el equipo de López Obrador. "Nos van a querer joder al final, con los últimos distritos, pues están reservando los votos del centro-occidente", sigue Ortega. Y remata: el cómputo "está penetrado, el sistema está manipulado".

El día del IFE ha sido eterno. Apenas pasaditas las ocho de la mañana, los consejeros sostienen su negativa a que se abran los paquetes electorales y se cuente voto por voto. El PAN, por su lado, insiste en que su candidato es el ganador y ensalza la labor del instituto.

Ugalde insiste en que los consejos distritales "deben apegarse a criterios claramente establecidos en la ley..." Ese será el tono de él y de sus colegas: "El día de hoy debe cumplirse escrupulosamente la ley".

Así, la mayor parte de los consejeros toman la palabra no para fijar su postura respecto de asuntos de técnica electoral, sino para dar clases de derecho electoral.

El consejero Marco Antonio Gómez: "Incumplir o argumentar causales que no están expresamente establecidas en la norma es violar la ley".

La consejera María Teresa de Jesús González Luna Corvera: "La ley no se negocia y sin la ley no podemos actuar".

Los reporteros se despachan desde temprano con la cuchara grande, gracias a los múltiples declarantes disponibles. Y cuando no se ocupan de declarantes, permanecen con la miradas fija en la pantalla que muestra el avance de los cómputos distritales. La "nota" a lo largo de todo el día es la ventaja de López Obrador. Y a partir de las siete de la noche la idea de que la sesión se pospuso simplemente para no tener que "cantar" la ventaja del tabasqueño.

Así lo dice Horacio Duarte, representante de la coalición ante el IFE. "Es una burda maniobra, una protección para que ni siquiera en ese momento se reconozca que estamos adelante y que vamos a ganar la elección."

No lejos de la sala de prensa, donde habla Duarte, los consejeros escuchan en sus oficinas una gritería permanente: "¡Peje, Peje, Peje!"

Los manifestantes, unas decenas, llevan ya dos días ahí, frente a la puerta principal del IFE.

Hay muchos jóvenes y sus carteles y gritos increpan directamente al instituto. En un cartel se lee: "Feli-pillo fue padrino de la boda de Ugalde".

Hay ecos del 88 en las consignas. Lo nuevo, sin embargo, es el cuestionamiento directo al IFE, la institución nacida justo de nuestra historia de fraudes electorales y que, según las encuestas, goza de gran credibilidad entre los mexicanos.

¿O debe decir que gozaba? Apenas tres días después de los comicios, el instituto parece tocado sin remedio gracias a la danza de cifras que ha ofrecido. "Es posible", admite el consejero Rodrigo Morales. Y algo explica sobre la imposibilidad de aclarar asuntos técnicos y legales a la misma velocidad con que el equipo de López Obrador presenta denuncias en los medios. Cuando los consejeros se presentan al fin ante los medios, a nadie sorprende ya la declaración leída por Ugalde: "El país requiere certeza y responsabilidad de todos los actores políticos. Para abonar a esa certeza, el IFE dará a conocer el resultado final una vez que hayan concluido todos los cómputos".

En ese momento, el reporte de las 21:07 da una ventaja de 1.6 por ciento a López Obrador.

El consejero presidente anuncia que otra vez México no ha de dormir: "Sin importar la hora, el IFE informará al país sobre los resultados finales de la votación para presidente".

Cierra el 5 de julio sin ganador. El IFE de los consejeros nombrados exclusivamente por el PRI y el PAN ha tenido un día para recordar. Recibieron a los panistas, huyeron de los representantes de la coalición Por el Bien de Todos y se negaron a reiniciar su reunión para no tener que informar que, al menos en ese momento, López Obrador aventajaba.

Termina de leer el consejero presidente. Pronto el desenlace ya no será asunto de ellos. Ugalde se va con sus colegas rumbo a sus oficinas. Por la puerta de atrás.