Triunfalismo e intolerancia

Escrito por Eduardo Ibarra Aguirre
Utopía

Tímidamente empieza a recobrar la sonrisa Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa. Lo logró el lunes pasado con Javier Alatorre en el noticiero Hechos.

Sólo que esa parte del lenguaje corporal no guarda correspondencia con el desbordado triunfalismo a base de frases hechas y repetidas como si escucháramos un video o un casete. Tampoco con la clínica insistencia en que Andrés Manuel “López Obrador es un peligro para México”, mientras que el Cuñado incómodo resulta un invento perredista por la supuesta razón de que no han podido mostrar ningún papel firmado por Calderón, además de que éste exige disculpas públicas del macuspense.

Vayamos por partes. Como dice el lugar común: se les señala de pillos --en este caso de ejercitar el tráfico de influencias-- no de tarados. Defenderse ante la opinión pública con la falta de rúbrica como prueba convincente que no ministerial, es una ofensa al electorado.

O bien: es simplemente un recurso de Felipe de Jesús para cubrir el expediente, sabedor de que es más que difícil superar el letal golpe que recibió gracias al notable éxito empresarial --en el sexenio del tráfico de influencias a la orden del día--, de Hildebrando Diego Závala Gómez del Campo y su hermana Margarita, a quien ya presentan como directora de Desarrollo Integral para la Familia.

Por supuesto que ninguno de los candidatos es un peligro para México, como estúpida e intolerantemente divulgan los imagólogos extranjeros y nacionales de Calderón Hinojosa.

Ni siquiera él lo es, pese a lo que escribe con conocimiento de causa y mejor aún de la casa, Francisco de Paula León Olea: “Con la frontera cerrada y millones de mexicanos sin empleo, el modelo neoliberal de la derecha constituye, hoy en día, el verdadero peligro para México” (Proceso, 28-V-06, p. 9).

Lo entiende muy bien The New York Times, diario alejado de la más mínima sospecha de parcialidad. Dice el comentario editorial del lunes 19: “Ha sido (López Obrador) injustamente comparado, por la campaña de Calderón y muchos otros, con el presidente Hugo Chávez (Frías) de Venezuela”.

Concluye: “Es un izquierdista, pero no una amenaza para Estados Unidos o México. No tiene ninguna ambición de fomentar la revolución y enfatiza la importancia de las buenas relaciones con Washington. Acepta una economía de mercado, pero intentaría hacerla más justa para los pobres de México”. Los Ángeles Times de plano recomienda: “Imaginen a un Bill Clinton mestizo”. (La Jornada, 20-VI-06, p. 16).

Si alguno de los tres candidatos con posibilidad de ocupar la silla presidencial postulara la ruptura con el modelo hegemónico en México desde 1982, sencillamente no le permitirían aspirar a gobernarnos.

La disputa es en los estrechos marcos del capitalismo salvaje. Pero en ellos existen espacios para mejores y creativas combinaciones de los papeles del Estado y del mercado, sin las deificaciones cuasi religiosas de uno y de otro. En esencia se trata de limar las aristas más filosas del neoliberalismo. No de superar el macro modelo aún dominante en la aldea.

Lo que parece intolerable es que las derechas pretendan negar el derecho a soñar, al pataleo, consagrado por el 39 constitucional: “El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”.

No tengo la menor duda de que fracasarán.
Acuse de recibo

Denuncia Ramsés Ancira Saba: “Me refiero al comentario publicado en la columna del 14 de junio de 2006, en la que se comenta que el PAN quiere robarse en un sexenio lo que el PRI obtuvo en 70 años. Esto viene al caso porque hace un sexenio José Espina, secretario general del PAN, era una persona de la clase media que rentaba en ocho mil pesos una buena vivienda en Narvarte, en la calle de Yacatas; pero en 2006 me dicen, es poseedor de una magnífica residencia valuada en varios millones de pesos en el Pedregal de San Ángel.”... El Colectivo Ciudadano Por el Bien de Todos, Primero los Pobres, inauguró la Expo calumnia: La guerra sucia contra AMLO, en Filomeno Mata 8, Centro Histórico del DF. Permanecerá abierta hasta el próximo sábado. Explica Patricia Barba Ávila “que es un esfuerzo más de los ciudadanos para dignificar el quehacer político” y enviar un mensaje a los políticos “para que entiendan que cuando se les elige para un cargo público, es para servir a la sociedad, no para servirse del puesto”.

eduardoibarra@prodigy.net.mx

www.forumenlinea.com