El fraude, desde adentro
Astillero
Julio Hernández López
El fraude, desde adentro
Testimonio de organizadores
Padrón: rasura y errores
Vuelve página de Internet
Saben de lo que hablan porque durante meses sufrieron para organizar las elecciones. Son seis capacitadores asistentes electorales (Caes, les llaman; cinco pertenecen al IFE y una al instituto electoral del DF) que están absolutamente convencidos de que el pasado 2 de julio hubo fraude electoral. Grabadora de por medio hablan largamente con el tecleador de esta columna y, con sonrisa amarga, aseguran ser testigos de que personas de la tercera edad y beneficiarios de programas sociales del Gobierno del Distrito Federal fueron rasurados del padrón de las casillas a su cargo. Nunca habíamos visto tantas irregularidades en el padrón, afirman quienes han tenido experiencia en otras fechas comiciales: muertos con derecho a votar; delincuentes presos, por todo mundo conocidos en esas demarcaciones, pero que estaban en la lista nominal de electores y, por otra parte, personas que toda la vida habían sufragado en un mismo lugar y ahora no podían hacerlo.
"Si yo tuviera enfrente a Ugalde, le mentaría la madre", sintetiza una de los seis organizadores electorales. Otros dos aseguran que nunca incluirán en su historia laboral el hecho de haber trabajado para el IFE, porque les da asco lo que en estos meses han visto y conocido allí. En todos hay certeza de que los ciudadanos partícipes de la jornada comicial se portaron de manera ejemplar, pero que los mandos medios y altos de la burocracia electoral traicionaron la confianza popular.
Las denuncias son variadas: que hubo una extraña y sostenida ineficacia en el proceso de búsqueda, capacitación y organización de los ciudadanos que se encargarían de las directivas de casilla; que esa ineficacia produjo tardanzas y descuidos que desanimaron a votantes o permitieron trampas; que los directivos electorales, en su mayoría "recomendados", todos con altos sueldos, no dieron apoyo a quienes realizaban trabajo de campo; que existen sospechas fundadas de que hubo favoritismo para proveedores de mobiliario y material para la jornada electoral (sillas viejas, sucias; mesas de trabajo roídas y despostilladas; "lonas" para guarecerse de la lluvia que eran de rafia sintética de mala calidad y a las que hubo de pintar a mano "IFE"); que como nunca hubo necesidad de recurrir a personas de la fila de votantes para suplir a directivos que no llegaron o no quisieron ir; que la papelería incluida en el paquete electoral era insuficiente o incompleta; que en varios casos hubo boletas electorales de menos; que las plumas con las que se llenaron las actas finales de conteo no funcionaban bien y que las copias para los representantes de partido no calcaban bien los datos oficiales.
Los capacitadores aseguran haberse partido el alma para organizar los comicios en zonas de Tepito, Valle Gómez, Merced Balbuena y Magdalena Mixhuca y dicen que, a pesar de lo difícil de esas demarcaciones, hubo respeto y apoyo de la gente: "nuestras identificaciones del IFE eran nuestra protección, era como si fuéramos blindados", pero ahora, si alguien se pone una camiseta del IFE "nos chiflan, nos reclaman; es una vergüenza, a pesar de que les explicamos que el fraude lo hicieron otros y que nosotros hicimos nuestro trabajo lo mejor que pudimos".
Los denunciantes trabajan en la capital del país, en el noveno distrito federal electoral, y son Danitza Hernández Mejía (a cargo de las casillas 5265, 5267 y 5268), Ana Luna (5226, 5249 y 5250), Miguel Angel Medina Romero (5377, 5383 y 5385), Armando Capetillo (5213, 5221 y 5225) y Carlos Ehécatl Venegas Espinosa de los Monteros (5186, 5187, 5188 y 5192), además de María Guadalupe G. Guerrero, del distrito local 11, también del DF, en las casillas 5185, 5186, 5187, 5188 y 5192. "Es probable que ya no nos paguen esta quincena, pero aun así quisimos denunciar lo que sabemos, dejar constancia", mencionan, e invitan a otros capacitadores (Caes) a perder el miedo y a decir la verdad porque proclaman, preguntados uno por uno por este tecleador, estar absolutamente seguros de que hubo un fraude electoral organizado, institucional, desde las alturas.
Astillas:
La lucha por el respeto a la voluntad popular va más allá de López Obrador, el PRD y los partidos que con él se coaligaron: hoy es un frente amplio que no impone ni exige militancias partidistas. Por ello, con una bandera nacional en la mano, este columnero asistió a la reunión dominical del Zócalo, exigiendo un recuento electoral voto por voto y casilla por casilla (gracias a todos quienes brindaron a este columnero el honor de saludarlos). Este miércoles, con marchas de las cabeceras de los distritos electorales a la capital del país, y el domingo, con una caminata del Museo de Antropología al Zócalo capitalino, continuará la protesta popular...
Por cierto, las grabaciones de pláticas electoralmente delictivas entre Elba Esther Gordillo y el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, y entre la primera y el secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, confirman lo sabido, pero apenas en vías de ser probado: que hubo confabulaciones desde diversos ámbitos de poder para trastocar la realidad electoral y fabricar resultados a conveniencia. Desde luego, en este país de la impunidad institucionalizada, los tres distinguidos manipuladores gozarán de tranquilidad mientras no haya cambios y justicia verdaderos...
Muy contento se la pasaba el autor de las presentes líneas con su página de Internet que tenía un foro muy visitado, en el que muchos ciudadanos intercambiaban información y comentarios e incluso se organizaban políticamente. La tal página tenía, además, ejemplos concretos del fraude electoral, con texto y gráficas. Pero resulta que de pronto fue atacada por piratas cibernéticos que la sacaron de circulación con tal virulencia que la empresa que alojaba el sitio (hostgator.corp, con sede en, ¡oh!, Florida, Estados Unidos) prefirió chambonamente zafarse del asunto y suspender el servicio. Sin embargo, y gracias a solidarios amigos lectores, www.juliohernandez.com.mx ya estará hoy nuevamente en funciones, con foro, archivo de la columna, testimonios del fraude y, entre ellos, el video del taxista (por cierto, Juan Bautista, quien tomó ese video, fue invitado ayer a Monterrey, donde se organizaron varias "funciones" para conocer la filmación)... ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 juliohdz@jornada.com.mx
Julio Hernández López
El fraude, desde adentro
Testimonio de organizadores
Padrón: rasura y errores
Vuelve página de Internet
Saben de lo que hablan porque durante meses sufrieron para organizar las elecciones. Son seis capacitadores asistentes electorales (Caes, les llaman; cinco pertenecen al IFE y una al instituto electoral del DF) que están absolutamente convencidos de que el pasado 2 de julio hubo fraude electoral. Grabadora de por medio hablan largamente con el tecleador de esta columna y, con sonrisa amarga, aseguran ser testigos de que personas de la tercera edad y beneficiarios de programas sociales del Gobierno del Distrito Federal fueron rasurados del padrón de las casillas a su cargo. Nunca habíamos visto tantas irregularidades en el padrón, afirman quienes han tenido experiencia en otras fechas comiciales: muertos con derecho a votar; delincuentes presos, por todo mundo conocidos en esas demarcaciones, pero que estaban en la lista nominal de electores y, por otra parte, personas que toda la vida habían sufragado en un mismo lugar y ahora no podían hacerlo.
"Si yo tuviera enfrente a Ugalde, le mentaría la madre", sintetiza una de los seis organizadores electorales. Otros dos aseguran que nunca incluirán en su historia laboral el hecho de haber trabajado para el IFE, porque les da asco lo que en estos meses han visto y conocido allí. En todos hay certeza de que los ciudadanos partícipes de la jornada comicial se portaron de manera ejemplar, pero que los mandos medios y altos de la burocracia electoral traicionaron la confianza popular.
Las denuncias son variadas: que hubo una extraña y sostenida ineficacia en el proceso de búsqueda, capacitación y organización de los ciudadanos que se encargarían de las directivas de casilla; que esa ineficacia produjo tardanzas y descuidos que desanimaron a votantes o permitieron trampas; que los directivos electorales, en su mayoría "recomendados", todos con altos sueldos, no dieron apoyo a quienes realizaban trabajo de campo; que existen sospechas fundadas de que hubo favoritismo para proveedores de mobiliario y material para la jornada electoral (sillas viejas, sucias; mesas de trabajo roídas y despostilladas; "lonas" para guarecerse de la lluvia que eran de rafia sintética de mala calidad y a las que hubo de pintar a mano "IFE"); que como nunca hubo necesidad de recurrir a personas de la fila de votantes para suplir a directivos que no llegaron o no quisieron ir; que la papelería incluida en el paquete electoral era insuficiente o incompleta; que en varios casos hubo boletas electorales de menos; que las plumas con las que se llenaron las actas finales de conteo no funcionaban bien y que las copias para los representantes de partido no calcaban bien los datos oficiales.
Los capacitadores aseguran haberse partido el alma para organizar los comicios en zonas de Tepito, Valle Gómez, Merced Balbuena y Magdalena Mixhuca y dicen que, a pesar de lo difícil de esas demarcaciones, hubo respeto y apoyo de la gente: "nuestras identificaciones del IFE eran nuestra protección, era como si fuéramos blindados", pero ahora, si alguien se pone una camiseta del IFE "nos chiflan, nos reclaman; es una vergüenza, a pesar de que les explicamos que el fraude lo hicieron otros y que nosotros hicimos nuestro trabajo lo mejor que pudimos".
Los denunciantes trabajan en la capital del país, en el noveno distrito federal electoral, y son Danitza Hernández Mejía (a cargo de las casillas 5265, 5267 y 5268), Ana Luna (5226, 5249 y 5250), Miguel Angel Medina Romero (5377, 5383 y 5385), Armando Capetillo (5213, 5221 y 5225) y Carlos Ehécatl Venegas Espinosa de los Monteros (5186, 5187, 5188 y 5192), además de María Guadalupe G. Guerrero, del distrito local 11, también del DF, en las casillas 5185, 5186, 5187, 5188 y 5192. "Es probable que ya no nos paguen esta quincena, pero aun así quisimos denunciar lo que sabemos, dejar constancia", mencionan, e invitan a otros capacitadores (Caes) a perder el miedo y a decir la verdad porque proclaman, preguntados uno por uno por este tecleador, estar absolutamente seguros de que hubo un fraude electoral organizado, institucional, desde las alturas.
Astillas:
La lucha por el respeto a la voluntad popular va más allá de López Obrador, el PRD y los partidos que con él se coaligaron: hoy es un frente amplio que no impone ni exige militancias partidistas. Por ello, con una bandera nacional en la mano, este columnero asistió a la reunión dominical del Zócalo, exigiendo un recuento electoral voto por voto y casilla por casilla (gracias a todos quienes brindaron a este columnero el honor de saludarlos). Este miércoles, con marchas de las cabeceras de los distritos electorales a la capital del país, y el domingo, con una caminata del Museo de Antropología al Zócalo capitalino, continuará la protesta popular...
Por cierto, las grabaciones de pláticas electoralmente delictivas entre Elba Esther Gordillo y el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, y entre la primera y el secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, confirman lo sabido, pero apenas en vías de ser probado: que hubo confabulaciones desde diversos ámbitos de poder para trastocar la realidad electoral y fabricar resultados a conveniencia. Desde luego, en este país de la impunidad institucionalizada, los tres distinguidos manipuladores gozarán de tranquilidad mientras no haya cambios y justicia verdaderos...
Muy contento se la pasaba el autor de las presentes líneas con su página de Internet que tenía un foro muy visitado, en el que muchos ciudadanos intercambiaban información y comentarios e incluso se organizaban políticamente. La tal página tenía, además, ejemplos concretos del fraude electoral, con texto y gráficas. Pero resulta que de pronto fue atacada por piratas cibernéticos que la sacaron de circulación con tal virulencia que la empresa que alojaba el sitio (hostgator.corp, con sede en, ¡oh!, Florida, Estados Unidos) prefirió chambonamente zafarse del asunto y suspender el servicio. Sin embargo, y gracias a solidarios amigos lectores, www.juliohernandez.com.mx ya estará hoy nuevamente en funciones, con foro, archivo de la columna, testimonios del fraude y, entre ellos, el video del taxista (por cierto, Juan Bautista, quien tomó ese video, fue invitado ayer a Monterrey, donde se organizaron varias "funciones" para conocer la filmación)... ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 juliohdz@jornada.com.mx
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